Efecto placebo

Conceptos básicos             

¿Qué es el placebo?

El placebo es una sustancia o un procedimiento inerte, como bien dicen De la Osa, Escorcia y Sánchez (2011). que puede provocar un efecto terapéutico a través de las expectativas que un sujeto se forma acerca de la capacidad curativa de la sustancia o procedimiento.

El placebo no tiene efectos específicos sobre la condición que se trata (por eso se dice que tiene un "efecto inerte"), sin embargo, a pesar de no tener un efecto curativo de manera directa, es capaz de desencadenar procesos curativos o de mejoría (Wolf, 2018).

"Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto favorable en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción."

Diccionario de la Real Academia Española.

El término "placebo" viene del latín y significa "yo complaceré". Este término se usó por primera vez en el siglo XVIII para dar nombre a los tratamientos inocuos, pero fue en la mitad del siglo pasado cuando gracias al desarrollo del ensayo aleatorio controlado se empezó a exigir la comparación de los fármacos que estuviesen siendo estudiados con un placebo aparentemente igual, otorgándole un papel más primordial al efecto placebo. 

La definición de placebo más admitida y utilizada durante los últimos años es la siguiente:

"Cualquier terapéutica o componente de una terapéutica que se usa deliberadamente por su efecto psicológico o fisiopsicológicamente inespecífico, o posee un presumido efecto específico pero sin actividad específica para el proceso tratado". (Ernest, 2001, p.38).

A pesar de que dicha definición no resulta clara, es importante saber la diferencia entre "Placebo" y "Efecto placebo" (prestando especial atención al hecho de que el placebo se trarta de una sustancia/procedimiento inerte que no puede dar lugar a un efecto concreto).

¿Qué es el efecto placebo?

El efecto placebo hace referencia al conjunto de cambios que se producen en beneficio terapéutico pero que no curan de manera directa. Su característica principal es que no existe una relación directa entre los cambios fisiológicos que se producen y el placebo en sí: es la respuesta positiva no atribuible a las propiedades farmacológicas o fisiológicas inherentes al tratamiento, sino a las expectativas del paciente. Es por ello que se define como "la diferencia en el resultado entre un grupo de pacientes tratados con placebo y otro de pacientes no tratados, en un experimento no sesgado" (Enerst, 2001, p.38). 

El efecto placebo es el fenómeno mediante el cual sustancias inertes logran un cambio en las expectativas del paciente acerca del tratamiento que da lugar a una reducción o a una mejora en los síntomas del paciente. En muchas ocasiones se puede reflejar su efecto en el registro de cambios fisiológicos.

Cabe destacar que este efecto no solo hace referencia a medicamentos: también puede utilizarse en muchos otros procedimientos, como por ejemplo cirugías. 

Sócrates y Platón ya hablaban sobre la relevancia del efecto placebo:  

"La cura para el dolor de cabeza] era una clase de hoja que requería acompañarse de un conjuro, y si la persona repetía el conjuro al tiempo que se aplicaba la cura, quedaría bien; pero sin el conjuro la hoja no tendría ningún efecto". 

Sócrates, según Platón

(en B. Jowett. Diálogos de Platón. Chicago, Univ. Chicago Press, 1952)

Psicología y efecto placebo.

Como afirman Pérez y Fernández (1984), los psicólogos sociales se han interesado especialmente en el fenómeno del efecto placebo ya que pone de manifiesto las relaciones existentes entre los contextos e interacciones sociales con el efecto terapéutico del placebo.

El paciente, según Pérez y Fernández (1984), actúa procesando la información social, creando expectativas y actuando en función a este. Por eso, cuando una persona recibe información de su entorno acerca de un tratamiento, está más atenta a los cambios que experimenta tras él, pudiendo dar importancia a algunos que quizá en otra situación pasarían desapercibido.

Cabe destacar que Ross y Olson (1981) enunciaron una teoría de las Expectativas y de la Atribución que explica cómo las expectativas que un paciente se forma, es decir, las creencias que tiene acerca de si una terapia va a ser efectiva o no; hacen que haya una mayor o una menor adhesión a un tratamiento, lo que hará que aumenten las posibilidades de que este surja efecto. Según esta teoría, si un paciente se forma expectativas positivas acerca de un tratamiento, habrá una mayor probabilidad de que el tratamiento (aunque no tenga propiedades curativas por su composición) surja efecto y el paciente experimente una mejoría.  

Los psicólogos atribuyen el efecto placebo al poder de las expectativas, capaces de interactuar con lo fisiológico del individuo (activando a veces el sistema inmunitario o el sistema dopaminérgico), hecho que pone de manifiesto que el contexto social y nuestra interacción con el mismo, es capaz de afectar a nuestra biología interna. Además, como afirman de la Ossa, Escorcia y Sánchez, (2011), los procesos de la influencia social juegan un papel fundamental en este fenómeno (la imagen que recibimos del profesional, la relación médico-paciente/psicólogo paciente...).

Es más, existen procedimientos que se basan únicamente en los procesos de influencia social, estos se conocen como "terapia placebo" (Fish, 1973) y se centran en el poder que tiene el profesional para modificar las expectativas del paciente (Choliz y Capafons, 1991).

Todo esto resalta lo crucial que es el papel de lo social en lo fisiológico, lo cual ha sido siempre de mucha importancia en el ámbito de la psicología.

Factores que intervienen en el efecto placebo. 

Hay múltiples factores que intervienen en el efecto placebo, algunos de los más importantes los recogemos a continuación. Von Hopffgarten (2018) y Molieri CS. (2009)

El paciente


La actitud que el paciente tenga frente al procedimiento que se va a llevar a cabo es muy importante.
El objetivo del efecto placebo es crear expectativas de éxito en la persona: esta es la clave de su funcionamiento.
Por esta razón toman gran importancia las creencias, los pensamientos y las actitudes del sujeto.

El profesional


La manera en la que realiza su trabajo puede determinar la eficacia del placebo. 
Es muy importante que refleje un alto nivel de seguridad ante el tratamiento y que preste un nivel de atención adecuado a su paciente para poder crear una actitud positiva en el sujeto.

Otros aspectos que afectan a los resultados son el prestigio y la autoridad que percibe el paciente por parte del profesional y la manera en la que realiza las intervenciones.

Relación paciente-profesional


Cuanto mejor sea esta relación, mayor adherencia al tratamiento se producirá, dando lugar a un efecto placebo exitoso.

Debe ser una relación de confianza en la que el profesional sea capaz de condicionar o sugestionar al paciente de manera correcta.

Incluye aspectos como la comunicación verbal y no verbal, la empatía, la actitud de escucha y de respuesta, la confianza, el tipo de intervención, el uso de instrumentos diagnósticos y terapéuticos,... 

 

Enfermedad/ Síntomas/

 Síndrome

El conocimiento que tenga el paciente respecto a su problema es muy importante.

Por ello el tipo de enfermedad, su nivel de gravedad o intensidad, su duración o la velocidad en la que avanza o empeora son aspectos que hay que tener en cuenta.

Intervención

La manera en la que se presenta el placebo repercute fuertemente en el paciente.

Características como el precio, el sabor, el tamaño, el color, la forma en la que se administra, el periodo de tiempo de la administración o el conocimiento previo del placebo intervienen en el efecto.

Se ha demostrado que este efecto es mayor cuando la administración del placebo es percibida por el paciente como beneficiosa (porque cree conocer los efectos del fármaco).



Fragmento de un programa de radio sobre como afectan las expresiones faciales de los médicos a sus pacientes (debido al  efecto placebo) y de la importancia de la relación médico-paciente. Si quieres escuchar al psicólogo Manuel Martín-Loeches hablando sobre este tema haz clic aquí.


A continuación podrás ver una entrevista en la que la farmacéutica y nutricionista Marián García, habla sobre el efecto placebo. En el siguiente vídeo encontrarás más datos sobre estos factores. Para poder verlo haz clic aquí.

Mecanismo del efecto placebo.

El efecto placebo actúa gracias a dos mecanismos: psicológicos y neurobiológicos.

En lo referido al mecanismo neurobiológico debemos destacar la acción de las endorfinas, de las encefalinas y de la vía doparminérgica:

El efecto placebo produce una activación de opiáceos (principalmente de endorfinas y encefalinas) y una activación del sistema de recompensa (vía dopaminérgica). De esta manera, las endorfinas actúan, lo que produce un aumento del efecto analgésico que percibe el paciente (Dodd, Dean, Vian y Berk, 2017).

Además, el placebo tiene la capacidad de liberar multitud de neurotransmisores. 


¿Qué son las endorfinas?

Las endorfinas (también llamadas opiáceos endógenos) son neuropéptidos endógenos (cadenas de proteínas). 

No producen señales nerviosas: su función es intervenir en la transmisión de información interneuronal. Producen efectos tanto a nivel fisiológico como a nivel cognitivo, conductual y emocional. Algunos de estos efectos son: promover la calma, reducir el dolor, retrasar el proceso de envejecimiento o potenciar las funciones del sistema inmunitario.  

¿Qué son las encefalinas?

Las encefalinas son endorfinas que intervienen en la regulación del dolor y que participan en procesos de gran importancia como el metabolismo, el desarrollo madurativo o la sexualidad.

Es muy importante que sus niveles en sangre no sean muy bajos ya que la escasez de este componente fisiológico da lugar a problemas relacionados con la depresión y la ansiedad.

Las encefalinas producen sensación de bienestar (se las conoce también como "La hormona de la felicidad"), disminuyen o eliminan temporalmente el dolor físco y también actúan de la misma manera con el malestar psicológico.

¿Qué es la vía dopaminérgica?

La vía dopaminérgica es la vía por la que circula la dopamina.

La dopamina es también un neurotransmisor. Es una de las hormonas más importantes de nuestro organismo porque desempeña funciones de gran importancia: interviene en la percepción del placer (por eso también recibe el nombre de "Hormona del placer"), regula nuestras conductas e interviene en las emociones, en la motivación y en la personalidad (Colloca, Klinger, Flor y Bingel, 2013).

El sistema de recompensa es el encargado de que asociemos la sensación de placer a determinadas situaciones. Este sistema está muy relacionado con nuestras necesidades ya que nos permite localizar un objetivo y realizar las conductas necesarias para obtenerlo. Su función principal es hacernos sentir bien y motivados (a modo de recompensa).

Principales influencias.

En el mecanismo psicológico del efecto placebo influyen en gran medida las expectativas y el condicionamiento. (Helman CG, 2001) y (Goebel MU,Trebst AE, Steiner J, 2002).


Las expectativas son procesos cognitivos conscientes que hacen referencia a creencias sobre el futuro. 

Implican la esperanza de alcanzar un objetivo, una anticipación positiva al tratamiento  y un deseo de sentir alivio, esperanza o ilusión.

Para que se produzca el efecto placebo deben crearse expectativas positivas ya que son las únicas que pueden producir mejoras en el tratamiento: si las expectativas producen una anticipación negativa se producirá el  Efecto nocebo.

Se ha demostrado que las expectativas tienen mayor relevancia a la hora de provocar el efecto placebo en procesos fisiológicos conscientes, como pueden ser el dolor o el rendimiento motor.


El condicionamiento que se produce puede ser de manera consciente o de manera inconsciente. Se emplean el condicionamiento clásico y el condicionamiento por estímulo-respuesta. 

Condicionamiento clásico (descrito por Pavlov): implica respuestas automáticas. Se produce cuando un estímulo neutro (que no produce una respuesta) se convierte en un estímulo que provoca una respuesta.

Condicionamiento por estímulo-respuesta (descrito por Watson).

Gracias al condicionamiento cuando asociamos un estímulo neutro (placebo) a un estímulo que provoca una mejora en nuestro organismo), tras numerosas repeticiones de asociación de ambos, el estímulo neutro desencadenará la misma respuesta que el otro estímulo. Esto se ha puesto de manifiesto incluso en procesos fisiológicos no conscientes como el funcionamiento del sistema inmunitario.



Blanca Mas, profesora de psicología y directora del máster en trastornos postraumáticos de la UNED, habla sobre estos efectos en un vídeo que puedes ver haciendo clic aquí.

¿Podemos maximizar el efecto placebo?

Hay mecanismos que pueden maximizar el efecto placebo, como puede ser la conocida costumbre de colocar en las salas de espera de consultas diplomas, libros y revistas científicas. 

Otros ejemplos son: el hecho de que tanto auxiliares como enfermeros/as y recepcionistas se muestren uniformados; un ligero olor a desinfectante que hará a los pacientes sentirse en un entorno completamente clínico y les hará crearse unas expectativas que van a favorecer el efecto terapéutico que va a suceder en un futuro cercano. 


Cabe destacar el famoso efecto de la bata blanca, que ya de por sí implica una preparación y unos conocimientos amplios además de respetabilidad.

También debemos dar importancia al efecto del ambiente: que el placebo funcione en un grupo social no implica que funcione en otro distinto. Esto se debe a que las creencias, los valores y las expectativas juegan un papel crucial en el efecto placebo. 



A continuación podrás ver un corto vídeo en el que Laura Morán (psicóloga, sexóloga y terapeuta familiar y de pareja) explica algunos de los factores que intervienen en el efecto placebo así como el efecto de la bata blanca. Para ello haz clic aquí.

Chavarría-Bolaños, Pozos-Guillén y Montero Aguilar (2019) explican que, diariamente, los clínicos se esfuerzan por conseguir los tratamientos más predecibles y seguros para sus pacientes, seleccionando intervenciones con sólidas pruebas científicas, utilizando las mejores técnicas y materiales disponibles, ofreciendo un entorno agradable y relajante en sus clínicas. Al considerar todas estas variables, lo más seguro es que la aceptación del tratamiento por parte del paciente sea positiva y el éxito clínico esté casi garantizado; obteniendo pacientes satisfechos y clínicos orgullosos. No obstante, en algunos casos un "factor" externo puede poner en peligro este resultado, y un final feliz se vuelve incierto. Este "factor" se refiere a veces a la interpretación subjetiva y a las expectativas del paciente. Sin embargo, el uso de enfoques inocuos que aporten un apoyo emocional, como la musicoterapia o la aromaterapia, podrían ayudar a los clínicos a mejorar la respuesta del paciente a un determinado tratamiento.

Como conclusión, los efectos del placebo/nocebo siempre estarán presentes durante el proceso terapéutico y pueden repercutir positiva o negativamente en los efectos del tratamiento. Todo el personal clínico debe adoptar medidas apropiadas para encontrar el equilibrio entre la potenciación de un efecto placebo positivo que pueda contribuir al resultado del tratamiento clínico y la supresión de los factores que puedan inducir un efecto nocebo en un paciente. Encontrar ese equilibrio, generará finalmente una impresión positiva en el paciente, ya que el clínico podrá estar seguro de que se ha proporcionado el mejor tratamiento. Al considerar el equilibrio nocebo/placebo, la individualización de cada tratamiento es crucial.


Universidad de Salamanca.
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