Preguntas frecuentes

A continuación aclararemos algunas de las dudas más comunes relacionadas con el efecto placebo y con el nocebo.

¿El efecto placebo solo funciona con personas incultas o débiles?

¡La respuesta a esta pregunta es no!

Las investigaciones hechas en relación a este efecto han demostrado que cualquier persona, independientemente de su capacidad intelectual o de su nivel de estudios, es sensible a este fenómeno,

Lo que realmente importa a la hora de que sea un tratamiento efectivo es la manera en la que se presenta el placebo y el grado en el que se sugestiona a la persona. Si buscas más información relacionada con los factores implicados en este fenómeno la encontrarás en Efecto placebo.

¿El efecto placebo solo se produce mediante el uso de fármacos?

No: aunque en un principio el efecto placebo comenzó a considerarse efectivo a través del uso de fármacos, muchas intervenciones psicológicas contienen un gran porcentaje de efecto placebo. A través del lenguaje que se utiliza o de las expectativas que las personas tienen ante el tratamiento dicho fenómeno puede manifiestarse.  

¿El efecto placebo solo dura hasta que la persona es consciente de su engaño?

Se sabe que el efecto placebo es eficiente incluso después de que la persona sea consciente de su "engaño": a través de ensayos clínicos se ha demostrado que a pesar de saber la realidad sobre su tratamiento, las personas continúan beneficiándose del efecto placebo.

¿Se puede utilizar el efecto placebo para cualquier problema?

El efecto placebo no es un fenómeno que sea útil en cualquier circunstancia: no puede con todo.

Aún no existen unos límites claros que determinen las áreas en las que puede ser utilizado, pero es evidente que, por ejemplo, no es posible curar un cáncer o frenar una caries únicamente a través del placebo. Podrás encontrar experimentos en los que el efecto placebo ha sido útil en el apartado Experimentos curiosos.

Es muy importante no infravalorar el efecto placebo, pero tampoco debe hipervalorizarse. 

¿Puede ser perjudicial?

El efecto placebo no puede ser perjudicial, peligroso o dañino. Si estamos hablando de efectos no beneficiosos para la salud del individuo, nos estamos refiriendo al Efecto nocebo (no al efecto placebo).



¿Es el efecto placebo el único fenómeno relacionado con las expectativas?

El efecto placebo es uno de los muchos fenómenos relacionados con las expectativas. Cuando se habla sobre el efecto placebo es común acordarse de otros fenómenos que pueden producirse, como por ejemplo el Efecto Pigmalión o el Efecto Hawthorne.

  • Efecto Pigmalión: a menudo suele recibir el nombre de "profecía autocumplida" ya que consiste en el hecho de que las expectativas que tiene una persona sobre otra, se hacen realidad. Es decir, este efecto se basa en que las creencias/expectativas de una persona afectan a la conducta de una segunda persona, haciendo que esta actúe cumpliendo con dichas creencias.

Al igual que ocurre con el efecto placebo, en este fenómeno las expectativas y las creencias son factores de gran implicación. 

Este efecto se ha demostrado, por ejemplo, dentro del ámbito académico: en una clase, el profesor cree que un alumno determinado obtendrá mejores resultados y al final de la evaluación, dicho alumno ha obtenido mejores resultados que sus compañeros. 

  • Efecto Hawthorme: las personas que están participando en un estudio modifican sus conductas y comportamientos inconscientemente por el hecho de saber que están siendo observadas, haciendo que los resultados de sus tareas sean mejores.

Al igual que ocurre con el efecto placebo, en este fenómeno se produce una mejora de los resultados tras realizar el ensayo. La diferencia entre estos efectos se basa en que en el primero de ellos los cambios se producen de manera inconsciente, mientras que en el Hawthorme se obtienen mejoras en los resultados porque la persona sabe que está siendo evaluada.

¿Existe un único tipo de placebo?

Aunque cumplen la misma función, podemos diferenciar 2 tipos de placebos (Colloca y Miller, 2013; y Molieri y Ventajas, 2009).

  • Placebos puros: son sustancias inertes que no producen ningún tipo de efecto fisiológico. Como no tienen acción fisiológica suelen recibir el nombre de "placebos inactivos". 

Los los más comunes son el almidón, la lactosa o el azúcar. Es importante recordar que aunque sean sustancias inertes en algunos casos pueden provocar ciertos efectos (como por el ejemplo el uso de lactosa en una persona intolerante puede dar lugar a una reacción intestinal). Este tipo de placebo suele utilizarse en la investigación clínica.

  • Placebos impuros: son sustancias que producen efectos farmacológicos pero que no están relacionados con la enfermedad o el problema que se pretende solucionar. Por esta razón a menudo reciben el nombre de "placebo activo".

Un claro ejemplo sería la administración de vitaminas (placebo activo) para la terapia de cáncer. Este tipo de placebo suele utilizarse en la asistencia clínica.

¿Está la homeopatía relacionada con el efecto placebo?

La homeopatía es un procedimiento terapéutico que parte de la siguiente base: si una sustancia provoca ciertos síntomas en una persona sana, también es capaz de paliar esos síntomas suministrándose en pequeñas cantidades en una persona enferma (Teixeira, Guedes, Barreto y Martins, 2014).

Sabemos que la homeopatía provoca cambios en las expectativas de mejoría del propio paciente. Sin embargo, está demostrado que la cantidad de principio activo presente en estos tratamientos es incapaz de provocar cambios fisiológicos o farmacológicos en el organismo.

Por esto podemos deducir que la única causante del cambio que puede experimentar una persona enferma que sigue un tratamiento de este tipo es la expectativa.

En conclusión, sí que podría estar relacionada con el efecto placebo, ya que este es el único causante de la mejoría en los que siguen un tratamiento de homeopatía.

¿Es ético el uso del efecto placebo?

En el año 1979 se publicó el informe Belmont en el cual se establecen los cuatro principios que deben regir la ética médica: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia.

El gran problema ético del uso de placebo es que, en virtud del azar, a un grupo de pacientes no se les da una terapia existente cuyo beneficio esté fuera de duda y además no se le advierte al firmar el consentimiento informado de que dicho grupo ha sido elegido al azar (Celedón, 2008).

No debería haber problemas éticos con el uso del placebo en cualquier circunstancia, siempre y cuando se le explique al paciente claramente de qué se trata el uso del placebo, este lo autorice y lo firme en el consentimiento informado.

La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) establece que un protocolo debe ser aprobado por el centro donde se desarrollará la investigación (esto incluye dos aprobaciones: la del Comité de Ética y la del Comité de Docencia e Investigación) y por un comité de ética independiente. Cada comité tiene una reglamentación sobre el uso del placebo que cumple con los criterios del informe Belmont, de la declaración de Helsinki y de las buenas prácticas clínicas.

Finalmente habría que recalcar que prácticamente hay unanimidad a nivel mundial a la hora de aceptar de manera ética el uso del placebo en investigación clínica en las siguientes circunstancias:

1- Frente a la ausencia de un tratamiento efectivo.

2- Cuando el tratamiento con placebo es corto.

3- Cuando no agrega riesgo no relacionado a su patología de base.

4- Cuando el consentimiento informado firmado por el paciente ha sido claro al respecto.


Universidad de Salamanca.
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